La escala más pequeña del universo -la que se rige por las leyes de la física cuántica- parece un desafío al sentido común. Los objetos subatómicos pueden estar en más de un sitio a la vez, dos partículas en extremos opuestos de una galaxia pueden compartir información instantáneamente, y el mero hecho de observar un fenómeno cuántico puede modificarlo radicalmente.
En este capítulo de Redes, Vlatko Vedral, físico de la Universidad de Oxford, explica a Eduard Punset cómo lo más extraño de todo esto es que el universo mismo no estaría compuesto de materia ni de energía sino de información.